Indagación

Investigar sobre las experiencias estéticas que apunten a engrandecer los distintos enfoques disciplinarios en diseño es fundamental para una disciplina que busca solidificarse con otras en las cuales es transversal. Enfoques como el diseño emocional, el diseño para todos, el diseño colaborativo son claves para desarrollar nuevos métodos y esquemas que le den un significado al diseño en su papel de gestor comunitario, de actor de cambio e innovación social. Desarrollos que son alcanzables en la medida en que, como lo menciona Rancière (2011), los “regímenes de identificación específica del arte[1]” (p.11), como lo es la estética, se exploren, e investiguen en el marco de los problemas  de la actual sociedad.

Bajo estos regímenes de identificación[2] subsiste la poética, que es referida al estado o forma de sabiduría, de entendimiento sobre el proceso creativo y el lenguaje que permiten o brindan las herramientas para fabricar una cosa, pero una cosa que desde su creación orgánica nace o se hace nacer de tal forma que se convierte en una obra perenne. La poética es un concepto que nace con Aristóteles,  quien lo presenta como “poïêsis”  (ποίησις) que significa o da a entender lo referente a la creación, a la fabricación de la cosa.  La  poïêsis es todo aquello que se refiere a la creación, al proceso de componer, donde el lenguaje es, a la vez, tanto la forma como el fondo (Aristóteles, 2003).

 

indagación

 

Ahora, ¿por qué indagar sobre la estética?, porque, sobre todo, el hombre tiene una necesidad espiritual de abastecerse de elementos emocionales; ¿qué sería de la vida del homo/sapiens si no  fuera sensible? Así pues, las obras o productos, en el sentido no mercantil, están  para suplir esa necesidad de su ser, de su espiritualidad. De tal modo, la estética se presenta para trazar ese camino de encuentro de relación con nuestro yo, con su entendimiento y con el de los otros.

Entonces, indagar sobre estética, y en esta caso sobre la conectividad, entendida como espacio de flujos de conexiones, de intercambios audiovisuales, textuales de redes de personas y sistemas en redes tecnológicas, es indagar sobre la sociedad actual, sobre su forma de interacción, sobre su estado de necesidades, sobre su futuro, sobre su cultura y sobre sus aspectos sociales (Buber, 1992). Es decir indagar en estos aspectos no desde la recepción, sino desde su proceso de creación, lo poético, es indagar sobre el ser mismo, sobre el mismo ser humano, que es un ser social.

 

Por otro lado es determinante entender por qué indagar en la investigación en artes y diseño, y la respuesta es el hombre en sí mismo, el arte y el diseño son sus herramientas para entender el mundo y su naturaleza. Y esas herramientas contienen el proceso de creación, que son la fuente de su poder y su núcleo disciplinar. En este enfoque se presentan grandes debates en torno a la «práctica artística como investigación», «investigación en y a través de las artes o del diseño», que son asuntos importantes y que están unidos y vinculados por sus procesos creativos.

 

Además, en las tendencias contemporáneas se plantean estos debates donde la investigación en artes y en diseño permite potenciar el conocimiento, y a través de sus nuevas exploraciones se abren nuevas técnicas de sus prácticas; por lo tanto, al despertar estas nuevas reflexiones se amplifican las capacidades creativas.  Y, ¿no es ese el fin de disciplinas como el diseño y las artes?,  el indagar por nuevas formas de creación, de nuevas estructuras creativas para crear.

[1] Para profundizar este concepto favor revisar Mapa realizado: Regímenes  http://bit.ly/1J2yJnx

[2] Rancière le denomina a la Estética, regímenes de identificación especifica del arte.